Religión y creencias de Rapa Nui

La vida de los habitantes de la Isla de Pascua, al igual que en las culturas polinesias, estaba organizada en torno a su religión y creencias espirituales. Estas creencias y su evolución, marcaron de manera significativa el curso de la historia.
Los ritos religiosos comenzaban desde el nacimiento, en el momento del corte del cordón umbilical, y se extendían a lo largo de toda la vida, existiendo ritos para el primer corte de pelo, los primeros tatuajes así como ritos de iniciación y de entrada en la edad adulta.
Pero quizá los ritos más importantes y que marcaron más el arte y la historia de Rapa Nui, fueron los relacionados con la muerte. Los Rapa Nui creían que los espíritus de sus antepasados tenían la capacidad de acudir en su ayuda en caso de ser necesario ya que el espíritu permanecía rondando a sus parientes por largo tiempo antes de partir definitivamente. Esta energía espiritual o mana, atribuida sobre todo a los jefes y personas importantes de la comunidad tenía la capacidad de influir en los acontecimientos por mucho tiempo.

Este culto a los ancestros hizo que se desarrollara un rito funerario que consistía en envolver los cuerpos en telas vegetales, y exponerlos al aire libre en el interior del ahu hasta su total descomposición. Finalmente, los huesos del difunto eran lavados y depositados en una cámara funeraria en el mismo ahu, para que el espíritu se encuentre con sus antepasados.
Pero por sobre todas las cosas, el culto a los antepasados dio origen a la representación más característica que se conoce de la Isla de Pascua, los moais. Cuando moría un jefe de tribu o alguno de sus miembros importantes, se mandaba a esculpir un moai en la cantera de Rano Raraku y luego era trasladado a su aldea para ser colocado sobre un ahu o altar ceremonial. Una vez en su altar, se le colaban el Pukao (especie de sombrero tallado en escoria roja) y los ojos, momento en el cual el moai adquiría su mana y ejercía su poder. Llegaron a haber más de 300 ahus en toda la isla y más de 600 moais, principalmente en zonas costeras y siempre mirando en dirección a su aldea, a la que le conferían protección.
Pero la crisis y los conflictos entre la población, por la escasez de alimentos, que se dio entre los siglos XVII y XVIII ocasionó la decadencia de la época de los moais y del culto a los antepasados, dando paso a un nuevo orden político y religioso.
Se impone con más fuerza la creencia en Make Make o dios creador y es en este momento en que se da inicio a la ceremonia del Tangata Manu u Hombre-Pájaro, a través de la cual se elegían a los gobernantes de la isla. De esta manera la clase guerrera adquiere también el poder político, ya que la competición por el primer huevo del manutara (gaviotín pascuese) exigía una gran fuerza y destreza física.
Existieron también una serie de prohibiciones y preceptos, que rigieron el día a día de los rapanui que eran conocidos con el nombre de tapu (tabú). Los tapu eran prohibiciones para hacer determinadas cosas como por ejemplo cortarse el cabello, o determinar zonas vedadas por derechos pesqueros u otras circunstancias. El término tapu también existe en otras culturas Polinesias y se usa de la misma manera, para señalar que algo es sagrado o está prohibido, lo que refuerza (entre otras cosas) la teoría del origen polinesio de los rapanui.
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