Isla de Pascua con niños

Aquí puedes encontrar una serie de ideas, consejos y pistas para que los más pequeños de la casa puedan conocer, valorar y disfrutar de Rapa Nui al máximo.
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Viajando con niños a Rapa Nui
Hasta hace no mucho tiempo, los visitantes de la Isla de Pascua solían ser viajeros curiosos atraídos por los misterios de Rapa Nui y sus enigmáticos moai, estudiosos de los restos arqueológicos, y jóvenes mochileros viajando alrededor del mundo que paraban en la isla como escala de camino a otro destino de la Polinesia. Entonces la infraestructura era muy básica y las comodidades escasas, pero el hecho de poder visitar este mágico lugar compensaba a los pocos y aguerridos viajeros.
Con la mejora de las comunicaciones, el aumento de la frecuencia de vuelos y el desarrollo turístico local de los últimos años, viajar a Isla de Pascua se ha hecho más fácil para todos, y aunque sigue siendo un destino lejano, exótico y de precios elevados, cada vez más familias lo están eligiendo como destino soñado para disfrutar de sus vacaciones.
Muchos padres se preguntarán ¿qué se puede hacer en Isla de Pascua con niños? ¿no se aburrirán entre tanta piedra? ¿cómo puedo entretenerlos?
A continuación proponemos una serie de ideas, consejos y pistas para que los más pequeños de la casa puedan conocer y disfrutar de Rapa Nui al máximo.
Un lugar perfecto para reconectar con la naturaleza

Rapa Nui todavía es un paraíso casi virgen. La conexión a internet aún es muy limitada, la mayoría de los teléfonos móviles no reciben señal (salvo los de la compañía Entel), no existen grandes avenidas con tráfico, todavía hay pocos automóviles (algunos piensan que ya son demasiados) y no existen tiendas de marcas internacionales ni cadenas de hamburgueserías.
Es el lugar ideal para que los niños se olviden por unos días del cemento de las ciudades, las prisas, la rutina, las computadoras y las redes sociales, y vuelvan a disfrutar de la libertad de los espacios abiertos, la brisa del océano y las actividades al aire libre.
El tiempo ideal para recorrerla es una semana o al menos cinco días, de esta manera se aprovecha el coste del pasaje y se tiene tiempo suficiente para conocer los principales atractivos y realizar alguna de las múltiples actividades existentes. La isla invita a recorrerla sin prisas y descubrir sus encantos poco a poco.
¿Qué tipo de alojamiento es el más adecuado para familias?

Las cabañas es el tipo de alojamiento más adecuada para ir con niños. Son más económicas que un hotel y la mayoría dispone de habitaciones grandes o de varias habitaciones dentro del mismo bungalow. Además tienen cocina, sala de estar y jardín dónde podrán jugar, relajarse o preparar un asado.
Si se realiza la reserva a través de nuestro sitio web se obtendrá el mejor precio disponible en las fechas seleccionadas y además se estará colaborando a proteger el futuro de la cultura rapanui sin pagar demás.
¿Cuál es la mejor manera de moverse con niños por la isla?

Dependerá mucho de la edad de los niños y de si están o no acostumbrados a caminar o hacer ejercicio. La opción más cómoda es alquilar un auto en alguna de las agencias que se encuentran en la calle principal. Muchas cabañas también ofrecen vehículos de alquiler como parte de sus servicios. De esta manera, si los niños se cansan o quieren volver al alojamiento temprano no dependen de ningún tour.
La alternativa más ecológica es la bicicleta. Pedalear en familiar es divertido y es relativamente fácil recorrer la isla sobre dos ruedas. Hay varias empresas de alquiler de bicicletas, que suelen entregar también un casco y un mapa con las rutas sugeridas. Dicho esto conviene advertir que hay que evaluar la edad de los niños y la ruta elegida, ya que la bici podría no ser el medio de transporte adecuado para los más pequeños, sobre todo si el día es lluvioso o hace mucho calor.
Actividades para niños en Isla de Pascua
Además de organizar o contratar un tour para ver los principales hitos turísticos y arqueológicos de Rapa Nui, la naturaleza y la geografía de la isla ofrece un estupendo campo de juego dónde las familias pueden desarrollar una amplia variedad de actividades.
Disfrutar de la playa y los deportes acuáticos

La playa Pea, por su cercana ubicación en Hanga Roa, tal vez sea el primer punto de contacto que los niños tienen con el mar. Situada frente a la oficina de información de Sernatur, está dividida en dos sectores. En el lado izquierdo del Bar Restaurante Pea, se ha construido una piscina natural de poca profundidad que es ideal para que los más pequeños de la familia puedan nadar. Además si se está atento, es muy fácil observar alguna de las tortugas marinas que se acercan a la orilla.
En el otro sector, al lado derecho del Bar Pea, hay una pequeña playita desde dónde se accede al mar. Es en este punto dónde se ofrecen las primeras lecciones de las clases de surf que luego continúan entre las olas. El surf es uno de los deportes preferidos por los jóvenes isleños y estamos seguros que tras unas pocas horas, los niños que están de visita aprenderán a disfrutar sobre la tabla.

Otro lugar perfecto para que disfruten es Hanga Vare Vare. Situada detrás de la caleta Hanga Roa Otai y a pocos pasos antes de llegar al cementerio de Tahai, hay otra piscina natural similar a la de Playa Pea, protegida por una barrera de rocas volcánicas que la protege del fuerte oleaje. Este lugar enmarcado entre palmeras y adornado con trabajos en piedra con motivos rapanui, tiene un encanto especial. En la explanada cercana se celebran muchos actos de la comunidad local, en especial, las presentaciones nocturnas durante el Festival Tapati Rapa Nui. Un valor añadido de Hanga Vare Vare es que cuenta con baños públicos.

Aunque si están buscando la típica imagen polinésica del paraíso se debe ir al extremo nordeste de la isla. Vigilada por los moai del Ahu Nau Nau y rodeada de cocoteros, la playa de Anakena invita a las familias a disfrutar de su arena fina y sus aguas transparentes y cálidas. Es un lugar ideal para pasar el día con los niños, ya que además de su belleza y tranquilidad cuenta con baños públicos, kioscos que ofrecen comida típica, puestos de artesanías y zonas de picnic y parrillas.
Para los jóvenes más inquietos, existe la opción de hacer un paseo en barca, practicar snorkel o realizar su primer bautismo submarino de la mano de alguna de las agencias de buceo de la isla, que suelen acercarse a los pequeños islotes cercanos o “motus” para observar la rica fauna marina.
Descubrir las cuevas de la isla puede ser toda una aventura

Para visitar las cavernas de la isla es recomendable llevar calzado cómodo y antideslizante y linternas o lámparas frontales. Ana Te Pahu o la cueva de los plátanos tal vez sea la más accesible y la que tiene amplias galerías por las que se puede transitar en grupo. Ana Te Pora dispone de una pequeña entrada que da paso a una sala dónde aparece una cama de piedra. La salida, en la que se observa una fotogénica higuera, es todavía más pequeña y exige trepar un poco.
Aunque sin lugar a dudas, Ana Kakenga es la que esconde el mejor secreto. Su angosta abertura casi pasa desapercibida y obliga a agacharse un poco los primeros metros que son un poco claustrofóbicos, pero merecen la pena, ya que tras unos pocos pasos aparecen dos grandes ventanas de roca volcánica desde las que se observa una hermosa panorámica del mar rompiendo en los acantilados.
Admirar las vistas a lomos de un caballo

Pasear a caballo es una de las mejores formas de disfrutar de la naturaleza y los paisajes de la isla. Algunos de los varios miles de caballos que existen en la isla, están entrenados para ser utilizados como montura en las cabalgatas. Son bastante dóciles y tranquilos, lo que permite que cualquier niño pueda realizarlas, sin necesidad de tener experiencia previa. Además los recorridos que se organizan son muy seguros y suelen incluir la visita a alguna de las cuevas y la subida al Maunga Terevaka, el punto más alto de Isla de Pascua. lguna empresas permiten que los niños menores de 6 años puedan ir en el mismo caballo compartiendo la silla con uno de sus padres a un precio reducido.
Trekking en familia

Para las familias acostumbradas a caminar, hay varias rutas de senderismo fantásticas, la mayoría de las cuales son aptas para los chicos. Subir al mirador del volcán Rano Kau desde Hanga Roa y avanzar por el borde del cráter hasta llegar a la aldea ceremonial de Orongo es una experiencia única que combina naturaleza e historia. La ascensión al Terevaka desde Ahu Akivi puede resultar algo agotadora pero merece la pena contemplar toda la isla desde la cima, y darse cuenta de la extrema soledad y aislamiento de Rapa Nui en medio del Océano Pacífico.
Columpios y toboganes con vista al mar

Para los niños pequeños que echen de menos el balanceo de un columpio, existen varios parques de juegos infantiles en Hanga Roa. Hay una pequeña plaza ubicada detrás de la Municipalidad y al lado de la Feria Agrícola y Artesanal de Hanga Roa que cuenta con algunos juegos, pero los mejores lugares son el terreno ubicado cerca de la caleta Hanga Roa Otai al lado del restaurante Te Moana, y el que se sitúa detrás de Ahu Tahai de camino a Hanga Kio’e. Aquí los niños podrán campar a sus anchas sin peligro mientras los padres se deleitan con la vista del mar.
Conocer la cultura ancestral rapanui

Una forma entretenida y diferente de involucrarse con la cultura ancestral rapanui es formar parte de una sesión fotográfica con vestimenta tradicional. Los niños estarán encantados de que les adornen la piel con kie’a, pintura de origen natural, y los vistan con plumas, corteza de mahute y collares de conchitas. Si participa toda la familia será aún más divertido.
Por último si los niños no están muy cansados después de tantas actividades, es recomendable asistir a un espectacúlo de danzas tradicionales rapanui. Suelen comenzar sobre las nueve de la noche en los diferentes escenarios dónde se presentan, y todas los grupos ofrecen cantos y bailes autóctonos que harán vibrar con su emoción y ritmo a toda la familia.