Itinerario de dos dias
Primer día
La primera parte de este circuito, es un recorrido de medio día que se sugiere hacer por la mañana, ya que es cuando se tiene la mejor luz para las fotografías.
Pasando la pista de aterrizaje y los depósitos de combustible, doble en la primera entrada a la izquierda y tome el segundo camino de tierra de la derecha, que lleva al sector de Vinapu (1). Una vez allí, podrá recorrer tanto Ahu Tahira, con su sorprendente plataforma de piedra, como Ahu Vinapu, con su columna monolítica de piedra roja.
Vinapu
Al salir de la zona de Vinapu, siga por el camino que va en paralelo a la pista de aterrizaje hasta la bifurcación y tome el camino de la izquierda que lleva a las antenas satelitales de televisión y al camino que sube al volcán Rano Kau (2).
Cráter del Rano Kau
Contemplar el gigantesco cráter del Rano Kau es una experiencia inolvidable. Desde el mirador, hay que tomar luego el camino de la derecha para llegar a la aldea ceremonial de Orongo (3), escenario de la mítica Competencia del Hombre-Pájaro. El enclave de esta aldea es único y recorrerla con calma permite entender lo que en su día significó la Competencia del Hombre-Pájaro para el pueblo Rapa Nui.
Ya de bajada y 200 metros pasada la sede de la CONAF y su pequeño jardín botánico, se encontrará un pequeño estacionamiento donde se indica la entrada a la cueva de Ana Kai Tangata (4), donde hay varias pinturas rupestres.
Pinturas rupestres en Ana Kai Tangata
Después de este recorrido, lo ideal es volver a Hanga Roa para almorzar pronto y prepararse para la segunda parte del día.
Saliendo de Hanga Roa por la carretera que va a Anakena, coja el desvío de la izquierda con una señal que indica “Hanga Roa 3”, sólo 100 metros más adelante se encuentra Ahu Huri A Urenga (5).
Ahu Huri a Urenga
Más adelante y siguiendo el camino del interior, tome el desvío con dirección a Puna Pau (6), la cantera de la cual se extraía la piedra para fabricar lospukao o tocados de los moai.
Pukaos en Puna Pau
Desde la entrada a Puna Pau, vuelva hasta el camino interior y una vez allí siga a la izquierda unos 3,2 kilómetros hasta Ahu Akivi (7), la gran plataforma con sus 7 moais que la tradición relaciona con los 7 primeros exploradores que llegaron a la Isla de Pascua.
Los siete moais de Ahu Akivi
Terminada la visita, continúe por la misma carretera con dirección a la costa. A un kilómetro de Ahu Akivi está Ana Te Pahu (8), también conocida como “la cueva de los plátanos”. Más adelante y ya en la costa, se encuentra Ahu Te Peu (9), en cuyos alrededores hay numerosos vestigios arqueológicos.
Ya en el camino de vuelta a Hanga Roa por la costa, se encuentran las cuevas de Ana Te Pora (10), y más adelante Ana Kakenga (11) o “cueva de las dos ventanas”. Será muy útil llevar una linterna para recorrer estas cuevas.
Una de las ventanas en Ana Kakenga
El recorrido termina en la zona de Tahai (12), que es uno de los mejores lugares de toda la Isla de Pascua para contemplar el atardecer.
Atardecer en Tahai
Segundo día
La mejor opción es empezar el día temprano en el Museo Antropológico Sebastian Englert (13), ya que su visita permite entender mucho mejor la historia de la isla.
Museo Antropólogico Sebastian Englert
Terminada la visita, lo que no debería llevarle más de una hora u hora y media, tome la carretera que atraviesa la isla en dirección a Anakena (14), hasta llegar a esta maravillosa playa de Isla de Pascua, con sus arenas blancas de coral y su mar color turquesa, ideales para tomar el sol y relajarse. Ahí además se podrá conocer Ahu Nau Nau(15). No deje de probar las deliciosas empanadas de atún, queso y tomate, en los puestos de comida de Anakena.
Ahu Nau Nau en Anakena
A un kilómetro de Anakena, tomando por el desvío de tierra, se llega a Ovahe (16), la otra playa de la isla, con sus arenas de color rosa. Esta playa sólo tiene luz de sol hasta las dos de la tarde, por lo que es recomendable visitarla antes de esa hora.
Moai derribado en Ahu Te Pito Kura
Continúe el recorrido por la carretera de la costa hacia el este, por donde llegará a Te Pito Kura (17), para apreciar cómo quedó su moai cuando fue derribado por los Rapa Nui hace más de dos siglos. Un poco más adelante está la zona de Papa Vaka (18), con varios petroglifos, entre ellos es más grande hasta ahora encontrado y Pu O Hiro (19).
El camino pasa por delante del volcán Poike (20) y llega hasta una de las joyas de la isla, Ahu Tongariki (21), la plataforma ceremonial más grande que contiene 15 moais restaurados.
Los 15 moais de Ahu Tongariki
Siguiendo la carretera de la costa, esta vez por el sur, a tres kilómetros de Ahu Tongariki, está el desvío hacia Rano Raraku (22). Es recomendable dedicar tiempo a recorrer con calma la cantera de los moai y el cráter del volcán, ya que el recorrido está lleno de sorpresas y transporta al visitante al preciso momento en que los gigantes de piedra eran tallados. Esta es una de las visitas estrella de todo viaje a Isla de Pascua.
Cabezas de moais en Rano Raraku
Ya de vuelta, la carretera pasa por varios restos arqueológicos en los que es interesante ir parando, entre ellos está Ahu Akahanga (23), con los restos de casas-bote y Ahu Hanga Te’e (24).
Para poner punto final a la visita, lo mejor es ir por la noche a alguno de los varios espectáculos de música y danza tradicionales, para aprender un poco más sobre la cultura Rapa Nui.