
El arte como modo de expresión y comunicación siempre ha estado presente en la historia de Isla de Pascua. Además de los moai, las estatuas gigantes que han dado fama a la isla y que son el símbolo indiscutible de Rapa Nui, existen muchas otras representaciones artísticas que, aún quedando en segundo plano, forman en sí mismas un extraordinario catálogo del arte pascuense.
Los petroglifos repartidos por toda la isla y que abundan especialmente en Orongo, las pinturas rupestres que se han hallado en cuevas como la de Ana Kai Tangata, las figuras talladas en madera como el moai kava kava o los curiosos símbolos aún por descifrar de las tablillas Rongo Rongo son un buen ejemplo de la creatividad, el talento y la sensibilidad presentes en el pueblo rapanui.
Los actuales habitantes de Isla de Pascua han heredado el gusto y la habilidad artística de sus ancestros, de modo que continúan tatuando, tallando o pintando los clásicos símbolos de la iconografía rapanui o creando nuevas obras inspiradas en ellos.
En los últimos años, el desarrollo turístico experimentado en la isla ha favorecido el intercambio cultural y el mestizaje artístico. Artistas extranjeros llegan a la isla interesados por la tradición y la cultura pascuense, al mismo tiempo que los artistas rapanui regresan a la isla con influencias recibidas durante sus viajes al exterior.
INDICE
- Un nuevo arte rapanui
- 1. Tiburón en un velero abandonado
- 2. Mural con un banco de atunes
- 3. Rostros rapanui con takona
- 4. Una sirena rapanui
- 5. El mural más grande de la isla
- 6. Descansando bajo el sol
- 7. Niñas saludando bajo las palmeras
- 8. Escenas del pasado
- 9. Un café con fondo marino
- 10. Un paisaje sobre ruedas
- 11. Una gran ballena en Hanga Vare Vare
- 12. Un escenario que cambia cada año
Un nuevo arte rapanui

Como resultado de ese intercambio, ha surgido en la isla una nueva corriente artística inspirada en el arte urbano que podemos encontrar en las calles de las principales ciudades de todo el mundo. Tal vez la más cercana sea Valparaíso, considerada la capital chilena del grafitti, que exhibe en sus callejuelas, rincones y escaleras una gran muestra de Street Art, término inglés por el que se conoce también al arte callejero.
La pequeña ciudad de Hanga Roa, a pesar de tener un carácter más rural que urbano, ofrece interesantes y variadas muestras de esta expresión artística callejera realizadas por artistas isleños y foráneos en diferentes estilos y técnicas.
Si te gusta el arte urbano, te proponemos realizar una ruta en la que se pueden observar algunos de los murales y pinturas que han ido surgiendo recientemente. Este recorrido es perfecto si ya has visto lo más importante de la isla, si viajas acompañado por niños o si te ha tocado un día de lluvia y no sabes qué hacer. Un buen pretexto para caminar y descubrir otros rincones ocultos de Hanga Roa.
1. Tiburón en un velero abandonado

Comenzamos la ruta en el puerto pesquero de Hanga Piko dónde se encuentra el velero «La Rose» que hace años embarrancó contra las rocas al aproximarse a puerto. Sobre su maltrecho casco que yace ahora en tierra, hay una magnifica y original pintura de un gran tiburón que se asoma al espectador a través de una enorme brecha oxidada representada sobre la superficie. La imagen es de un gran realismo y de una gran calidad. La pena es que debido a las inclemencias del tiempo, la pintura se está deteriorando rápidamente.
2. Mural con un banco de atunes

A pocos metros de Hanga Piko, camino al volcán Rano Kau, se halla el restaurante Tataku Vave. En una de sus paredes interiores han pintado un animado banco de atunes. El atún es el principal componente de la gastronomía rapanui y se sirve crudo en el imperdible cebiche local o cocinado a la plancha. El Tataku Vave, comandado por Ruth Pakomio, es un excelente lugar para probar esos platos y otras preparaciones exquisitas frente a un mar que rompe justo enfrente. Un espectáculo vivo y natural con el que no puede rivalizar el simpático mural inspirado en él.
3. Rostros rapanui con takona

Si tomamos el camino que regresa a Hanga Roa, por la avenida Hotu Matu’a y giramos después a la izquierda llegamos a Atamu Tekena, la arteria principal de la ciudad. Aquí unos metros más allá del cuartel de la Armada de Chile encontramos un expresivo mural que representa a un hombre y una joven rapanui adornados con takona, la pintura corporal rapanui.
Esta pintura se realiza con pigmentos naturales llamados ki’ea y cada uno de sus diferentes diseños tiene un significado propio. Antiguamente la pintura corporal se utilizaba en ocasiones muy especiales como celebraciones, eventos religiosos, batallas, etc.
Lee más sobre takona, la pintura corporal rapanui
Actualmente durante el festival cultural Tapati Rapa Nui se puede observar a los participantes luciendo bellos motivos sobre su piel. Incluso los turistas pueden aplicarse la ki’ea durante la farándula en la Tapati o vivir una experiencia rapanui posando como los antiguos nativos para una sesión de fotos única.
4. Una sirena rapanui

Descendiendo por Atamu Tekena, a mano izquierda, a la altura del hotel Taura’a se encuentra un pequeño local decorado con llamativos motivos marinos. Se trata de la oficina de Meherio Rapa Nui, un inédito servicio turístico que ofrece paseos en barca con fondo transparente para poder observar el fondo del mar sin mojarse.
Meherio en idioma rapanui significa sirena, por eso aparece representada este ser mitológico, con cuerpo de mujer y cola de pez, emergiendo de las olas cerca de los motu o islotes que se ubican frente al volcán Rano Kau. En este escenario mágico se desarrollaba la competencia del hombre pájaro. Una bella ilustración que invita a soñar y descubrir estos lugares de leyenda.
5. El mural más grande de la isla

Pocos metros más allá de Meherio Rapa Nui dejamos Atamu Tekena y giramos a la derecha en la calle Tuki Haka Hevari, por la que caminamos unos 500 metros hasta llegar a la calle Tu’u Koihu. En el cruce giramos a la izquierda y avanzamos otros 300 metros. Tras pasar un taller mecánico, encontramos una tienda de pinturas en cuya fachada norte está representado un magnífico mural de casi 4 metros de altura.
Sobre un fondo de color mostaza y enmarcada por sendas ventanas, aparece una hermosa joven rapanui en actitud mística. Ataviada con plumas de gallo, un collar y una diadema de pure o conchitas, sus ojos se elevan al cielo y de sus manos en posición de plegaria, parece surgir un remolino al que rodean varios peces. Tal vez esté implorando o recibiendo el mana o poder espiritual que proviene de sus ancestros o agradeciendo la abundancia de pesca a algún ser superior. Una hermosa y delicada obra que contrasta con el carácter industrial del ambiente que la rodea.
6. Descansando bajo el sol

Unos pasos más allá de la tienda de pinturas, a mano derecha antes de llegar a la iglesia de Santa Cruz, hay una pequeña casa con una curiosa estampa dibujada sobre los listones de madera de la fachada. Se trata de un muchacho rapanui recostado sobre unas piedras en actitud relajada y despreocupada.
Un enorme y cercano sol de color naranja parece indicar la hora del ocaso. El joven que aparece desnudo, adornado con pintura takona y con el cabello recogido en un moño o pukao, se entretiene mordisqueando una ramita que tal vez haya cortado de la planta cercana. La imagen transmite una sensación de languidez propia de una calurosa tarde de verano subtropical.
7. Niñas saludando bajo las palmeras

Una vez que hemos llegado a la iglesia de Santa Cruz, magnífico ejemplo de sincretismo entre el arte rapanui y la simbología cristiana, descendemos por Te Pito o Te Henua, la otra arteria principal de Hanga Roa. Aquí a mano izquierda, hay una antigua casita desde cuya fachada dos niñas saludan a los transeúntes. Lo hacen con las manos en la posición del shaka, un gesto utilizado en todo el mundo por los surfers y muy extendido entre los habitantes de la Polinesia. Es un saludo relajado e informal que expresa complicidad, alegría y buena onda.
Las palmeras cercanas se funden con las del dibujo que parece representar la playa de Anakena. Dos pequeñas figuras se alejan en la arena portando una mochila y una toalla. Tal vez las muchachas quieren invitarnos a disfrutar de la hermosa playa situada en el extremo este de la isla.
8. Escenas del pasado

Descendiendo por Te Pito o Te Henua volvemos a cruzarnos con la calle principal Atamu Tekena. Justo en este cruce a mano derecha se encuentra el Colegio Lorenzo Baeza Vega. En el muro exterior que mira a Atamu Tekena, aparecen una serie de pinturas que retratan los mitos y leyendas del pasado de Rapa Nui. La superficie rugosa de la pared obliga al espectador a retroceder unos pasos para aumentar la perspectiva y apreciar mejor los detalles.
Aquí se pueden distinguir varias figuras protagonistas de las narraciones tradicionales isleñas. Así por ejemplo se representa a un sabio con la cara pintada consultando un mapa estelar realizado con ramas y conchitas. Estos mapas eran utilizados antiguamente en las islas de la Polinesia para consultar la posición de las estrellas que les guiaban durante la navegación.
Otras escenas muestran la leyenda del Moai Kava Kava en el momento que está siendo tallado por el ariki Tu’u Koihu, imágenes de muchachas en su quehacer cotidiano, un antiguo pescador con su pora o flotador de totora y dos cabezas de moai, y un gran rostro con un tocado de plumas que podría representar al primer rey Hotu Matu’a.
9. Un café con fondo marino

Si regresamos a la calle Te Pito o Te Henua nos encontraremos con el café restaurant Henga Henga situado en frente de la cancha de deportes municipal. En la pared que separa la animada terraza de la cocina a la vista, podemos observar un colorido mural que muestra algunos de los ejemplares más conocidos de la fauna marina local, entre los que destacan el pez espada, la langosta, la morena o la tortuga marina. Algunos de esos pescados y mariscos los puedes degustar aquí. Recomendamos la Tabla Henga Henga que contiene un excelente surtido de pescados y frutos de mar.
Bajo el nombre del local aparece la figura de una cabeza de moai sumergido frente a la caleta de Hanga Roa O Tai. Este se puede visitar contratando una inmersión en alguno de los centros de buceo de la isla, aunque para ello es imprescindible tener experiencia acreditada.
10. Un paisaje sobre ruedas

Por las calles de Hanga Roa se puede ver sin lugar fijo el food truck Kai Heretea que ofrece sencilla y sabrosa comida rápida. La superficie del remolque ha sido decorada con llamativos colores que representan los moai que yacen hoy enterrados en la cantera del volcán Rano Raraku. Un reconocido paisaje de Isla de Pascua que ahora circula sobre ruedas y emana un apetecible aroma.
11. Una gran ballena en Hanga Vare Vare

Unos pasos más allá del café Henga Henga se encuentra la caleta Hanga Roa O Tai. Si doblamos a la derecha y caminamos unos 200 metros llegaremos al hermoso paraje con palmeras de Hanga Vare Vare. Enfrente hay una nueva sucursal del restaurante de la Tía Berta, famoso por sus empanadas, situado en la calle Atamu Tekena.
A la derecha de su entrada hay una pequeña casita en cuyo muro lateral han pintado una enorme ballena acompañada de peces de colores, langostas, pulpos y otros animales marinos que viven en las aguas cercanas. Otro ejemplo más que refleja la gran importancia que tiene la vida marina en los habitantes de Rapa Nui.
12. Un escenario que cambia cada año

Queremos terminar esta ruta sugerida por el arte urbano de Hanga Roa en Hanga Vare Vare. En este gran espacio público, durante las dos primeras semanas de febrero de cada año, se levanta el escenario principal del festival Tapati Rapa Nui. Aquí tienen lugar gran parte de las actuaciones, cantos y bailes que los dos equipos rivales tendrán que representar para obtener los votos del jurado.
Conoce más sobre la Tapati Rapa Nui
En una ocasión tan especial cómo esta, los artistas locales se esmeran en diseñar el fondo del escenario que llega a superar los seis metros de altura. La temática cambia cada año y siempre hay motivos que recuerdan el pasado histórico de la isla, homenajes a algún personaje importante y referencias a algún hecho o evento relevante ocurrido en Rapa Nui.